martes, 5 de julio de 2011

DE FIESTA EN OAXACA
En nuestras fiestas reproducimos formas especiales de expresión artística y ritual; es también ahí donde los oaxaqueños convivimos y reafirmamos lazos de amistad, pues hay muestras de hospitalidad, generosidad, solidaridad, pero también de organización y cooperación. En ellas existe una tradición artística como son las bandas y las danzas.
A lo largo de todo el año hay fiestas con diversos matices, derivados de la fusión de dos culturas: la indígena y la española. Religiosas, cívicas o simplemente tradicionales, como las de los Santos Reyes, la candelaria, Semana Santa, la Asunción, la virgen de la soledad y la tradicional Guelaguetza. Al carácter especial de las fiestas están íntimamente ligadas las danzas, que se interpretan como parte fundamental de ellas.
Las fiestas implican más trabajo que el cotidiano para quienes se encargan de organizarlas, como es el caso de los integrantes de los comités de festejo, de los mayordomos, etc.
El mayordomo es el encargado principal de organizar y costear la fiesta, muchas veces tiene que deshacerse de sus propiedades, herramientas, animales o algún otro bien, aunque esto signifique su ruina económica. Sin embargo, ser el mayordomo de la fiesta es tomado como una distinción importante ante el pueblo, ya que le da prestigio.
En las fiestas de todos los pueblos que conforman nuestro estado, se pueden observar costumbres que datan de muchísimos años atrás. Existen cuatro cosas que no pueden dejar de estar presentes en ellas como son: la música, la danza, la pólvora y el mezcal.
Cuando una fiesta dura varios días y, si especialmente está ligada a un mercado al que llegan habitantes de los pueblos circunvecinos para realizar actividades comerciales exponiendo productos agrícolas, artesanales y ganaderos, suele llamársele feria.
Alrededor de la iglesia también se ubican puestos, principalmente de velas y veladoras, juegos de azar, juegos mecánicos, comida y artesanías entre otros.
El inicio de la fiesta se inicia con el estallido de los cohetes, el repique de las campanas anuncian el inicio de la fiesta, que generalmente es con una misa muy de mañana a la que llegan en ocasiones danzantes, quienes bailan en honor al santo al cual están celebrando.
Todavía se acostumbra, en algunos lugares, anunciar que la fiesta va a comenzar con tambores y chirimía, con músicos apostados en el atrio del templo como se hacía en la época prehispánica.
Las fiestas y ferias más tradicionales de Oaxaca, al igual que en el resto de nuestro país, forman parte de nuestra cultura y se celebran con alegría y unidad familiar.

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